Este mes hemos organizado en nuestras instalaciones un simulacro de fuga de amoniaco, una formación que nos permite seguir perfeccionando nuestros protocolos de prevención laboral y seguridad alimentaria.

El lugar seleccionado para la prueba fue el silo de congelación. Los compañeros, haciendo uso de los EPI correspondientes, tuvieron que subir hasta la planta alta del silo para poder controlar la fuga.

En concreto, intervino un equipo de dos personas guiados por Pablo Cascales, responsable de la parte de térmica y fluidos del grupo. La duración total del simulacro fue de diez minutos desde el aviso de la fuga hasta el corte de esta y durante el mismo no fue necesario realizar evacuación de la planta.

Desde nuestro equipo de Ingelor y PRL celebramos el éxito de este simulacro, un paso más hacia la excelencia que nos permite mejorar todos nuestros procesos y garantizar la excelencia en nuestras carnes y el bienestar de los trabajadores y entorno.