Nuestro compañero José Carlos Martínez siempre ve el vaso lleno. Su actitud positiva, el buen ambiente que genera entre los compañeros y su motivación por superar retos y mejorar cada día le han permitido crecer dentro de la compañía, pasando por diferentes áreas hasta coordinar hoy la planificación de la planta de despiece. Ahora, afronta una nueva etapa personal como padre primerizo, sin perder la energía que le caracteriza. En esta entrevista, nos cuenta cómo ha sido su trayectoria, qué le mueve en el día a día y qué valores quiere transmitir en su vida profesional y personal.

Tus compañeros destacan tu actitud positiva. ¿Cuál dirías que es el truco para conservar siempre esa energía?

No sé si puede llamarse un truco; al final, es algo innato, algo que llevo dentro. Siempre he sido una persona muy positiva, de esas que ven el vaso lleno, como suele decirse. Además, siempre he tenido un carácter muy social; me gusta relacionarme con la gente. Con los compañeros, por ejemplo, hay muy buen ambiente: hablamos de aficiones, de fútbol, de carreras… y todo eso contribuye. No me gustan los enfrentamientos, prefiero siempre las buenas conversaciones.

¿Consideras que esa actitud influye de manera positiva en los resultados del trabajo y en el ambiente del equipo?

Sí, yo creo que sí. Al final, cuando tienes un puesto de cierta responsabilidad esa forma de ser facilita que los demás confíen en ti y en tus decisiones porque no te perciben como alguien que quiere imponerse, sino como alguien que está para apoyar y ayudar.

Llevo casi siete años en la empresa y he pasado por diferentes departamentos y asumido nuevas responsabilidades. Tener nuevos retos constantes también me ha ayudado a mantener la motivación.  Por ejemplo, ahora mi gran ilusión es mi hija Alma, que nació hace dos meses y medio.

¡Enhorabuena! ¿Cómo estás viviendo esta nueva etapa personal?

La estamos viviendo muy bien; es una etapa completamente nueva para nosotros, ya que somos padres primerizos. Teníamos muchísimas ganas y aunque hay momentos duros, como despertarse a mitad de la noche, todo se compensa con una sola sonrisa de ella.

También te gusta el deporte, ¿hay alguno que practiques con más frecuencia?

Desde el instituto jugaba a balonmano, aunque lo dejé al entrar en la universidad. Me encanta ver baloncesto, sobre todo partidos en Murcia o Madrid.

Correr es ahora la actividad que más practico. Empecé en 2018, primero de manera intermitente, pero después de la pandemia cogí más constancia y ahora corro tres o cuatro veces por semana. Me gusta la media y larga distancia: he corrido varias medias maratones y ya he completado una maratón; de hecho, quiero prepararme para otra el año que viene.

Desde tu experiencia, ¿cómo influye la práctica deportiva en tu bienestar personal y profesional?

Muchísimo. Después de días intensos de trabajo, salir a correr me ayuda a despejar completamente la mente. Muchas mañanas, tras darle el biberón a la pequeña, si son las seis o seis menos cuarto, me pongo las zapatillas y salgo a correr antes de ir a trabajar. Por las tardes es más complicado, con todas las rutinas de la niña, así que prefiero aprovechar las primeras horas del día.

A lo largo de tu trayectoria has pasado por varios departamentos. Actualmente, coordinas la planificación de la planta de despiece. ¿En qué consiste exactamente tu función?

Nos encargamos de recoger las necesidades del departamento comercial y transmitirlas a la fábrica, teniendo en cuenta sus capacidades y limitaciones. Como he trabajado en producción, conozco bien esa parte, lo que me ayuda a equilibrar ambas ramas de la empresa. Somos el nexo entre la planta y el área comercial.

¿Qué área de las que has trabajado ha marcado más tu trayectoria profesional?

Cada área ha sido muy diferente y todas me han aportado mucho. Cuando estuve en ingeniería, mi trabajo estaba muy enfocado en la planta y ahora, desde planificación, sigo manteniendo una conexión muy cercana con ella. Me gusta especialmente el contacto diario con los compañeros, escuchar sus puntos de vista y trabajar en conjunto para que la planificación final sea lo más eficiente posible.

Para finalizar, ahora que eres padre, ¿qué valores te gustaría que tu hija aprendiera de tu experiencia profesional?

Lo primero que le diría es que no se llega lejos sin el respaldo de un buen equipo; los retos se superan mejor juntos que de forma individual. Siempre es fundamental rodearse de los mejores profesionales posibles. Para mí, la clave para formar un gran grupo es llevarse bien con los compañeros. Habrá diferencias, es normal, pero todo se soluciona hablando. Hay que tratar a los demás como te gustaría que te trataran a ti.